NOTICIA DEL CEMENTERIO JUDIO DE POZNAN (POLONIA), OTRO CAMPOSANTO DESTRUIDO POR LOS NAZIS
Repasamos la historia de la comunidad judía de Poznan y evocamos en esta breve nota la aciaga suerte de su destruido cementerio durante la ocupación nazi de Polonia.
por Ricardo Angoso
Hemos encontrado esta reseña sobre la historia de los judíos de la ciudad en un blog de viajes que reproducimos a continuación por su concisión y capacidad de síntesis:”La historia de los judíos en Poznań se remonta a los primeros días de la ciudad, aunque, como en tantas otras ciudades de Europa central y oriental, este rico patrimonio se extinguió casi por completo con los horrores que siguieron a la llegada al poder de Hitler. Aunque la primera mención registrada de la presencia judía data de 1364, se acepta comúnmente que los primeros colonos judíos llegaron en el siglo XIII, cuando el príncipe Bolesław el Piadoso emitió un decreto que otorgaba protección a los judíos. A medida que Poznań crecía, también lo hacía la población judía y, a principios del siglo XV, se estima que uno de cada cuatro edificios de la ulica Sukiennicza (el centro de facto de la comunidad judía) estaba ocupado por judíos, un hecho que no pasó desapercibido para los urbanistas, que rápidamente la rebautizaron como “ulica Żydowska” o “calle judía”. En el siglo XV, la afluencia de burgueses alemanes y los incendios provocados marcaron el declive de los judíos de Poznań, aunque a principios del siglo XVII la población judía de Poznań rondaba los 3.000 habitantes, cuando las tensiones raciales alcanzaron su punto más bajo con el infame juicio de 1736 al rabino Yossef, acusado de matanza ritual y quemado públicamente en la hoguera”.(Fuente citada y consultada:https://www.
Pese a esos contratiempos y un creciente antisemitismo, sobre todo fomentado desde los púlpitos de las iglesias, cuando la ciudad cayó bajo la jurisdicción prusiana en el siglo XIX, los judíos fueron aceptados poco a poco en el “redil” urbano. Tras el gran incendio de la ciudad, en 1803, se les permitió vivir libremente en el resto de la ciudad, y así se fortalecieron los lazos entre judíos y alemanes. De hecho, estas relaciones eran tan sólidas que la comunidad judía se unió a los alemanes durante el Levantamiento de Wielkopolska de 1918-1919, un hecho que no olvidaron los polacos locales.
LA TRISTE SUERTE DE LOS JUDIOS POLACOS EN LA ALEMANIA HITLERIANA
Cuando Poznań fue absorbida por la nación polaca en 1919, los judíos se encontraron una vez más en el lado duro de los sentimientos locales, y un número significativo emigró al oeste, a Alemania, donde esperaban una mayor tolerancia. Más tarde, una vez Hitler llega al poder, en 1933, estos judeopolacos fueron expulsados por los nazis sin contemplaciones en la denominada “Acción polaca” organizada por la Gestapo y las SS en octubre de 1938; más de 17.000 judíos de origen polaco fueron apresados para ser expulsados de la Alemania hitleriana.
Tras ser arrestados, los judíos polacos fueron despojados de sus pertenencias, negocios y dinero y puestos en trenes. Estos trenes llevaron a los deportados a la frontera entre Alemania y Polonia. Las autoridades fronterizas polacas se vieron abrumadas al principio por la inesperada afluencia de personas y durante el primer día de expulsiones permitieron la entrada a Polonia de miles de judíos polacos. Sin embargo, el gobierno polaco respondió rápidamente cerrando la frontera y negando cualquier acceso posterior. Miles de polacos quedaron en tierra de nadie, desprovistos de la residencia alemana y de la nacionalidad polaca, de la que habían sido despojados por las autoridades de Varsovia, que no ocultaron su negativa al retorno de los expulsados por los alemanes. (Fuente consultada: https://en.wikipedia.org/wiki/
Sin embargo, entre tanta infamia, al menos hubo algún comportamiento heroico: en la ciudad de Leipzig, 1.300 judíos polacos pudieron encontrar refugio en el consulado polaco, asistidos allí por el cónsul general Feliks Chiczewski, quien, en un ambiente de delación, persecución policial de los judíos e indiferencia de sus jefes en Varsovia, arriesgó su vida para ayudar a estos judíos indocumentados y casi apátridas. Otros miles de judíos -algunas fuentes hablan de 8.000- trataron de encontrar refugio en la ciudad de Zbąszyń, donde se estableció un gran campo de refugiados como un intento de dar refugio a los deportados. Durante meses, los refugiados en Zbąszyń durmieron en barracones mal construidos con muy pocas provisiones y alimentos y malas condiciones sanitarias. La gravedad de las condiciones dentro del campo fue presenciada por el historiador polaco Emanuel Ringelblum, quien describió la desesperanza de los refugiados en una carta a un colega:
“No creo que ninguna comunidad judía haya sufrido jamás una expulsión tan cruel y despiadada como ésta. El futuro se vislumbra en términos desesperados. La gente del campo ha recibido noticias de que han perdido su ciudadanía polaca […] Zbaszyn se ha convertido en un símbolo de la indefensión de los judíos polacos. Los judíos han sido humillados al nivel de leprosos, de ciudadanos de cuarta clase y, como resultado, todos nos hemos visto afectados por esta terrible tragedia. Zbaszyn fue un duro golpe moral para la población judía de Polonia”. (Fuente citada y consultada:https://en.
LA OCUPACIÓN DE POLONIA
Como el resto de Polonia, Poznan fue ocupada por los nazis, en septiembre de 1939, y muy pronto comenzaron las primeras medidas contra la población judía, siguiendo las brutales tradiciones ya implementadas con “éxito” en Alemania y Austria. Con la Segunda Guerra Mundial en ciernes, la población judía de Poznań era de alrededor de 1.500 personas, una cifra que desaparecería poco después de que la ciudad fuera anexada al Tercer Reich en 1939. La ciudad fue nombrada capital de la provincia Reichsgau Wartheland, y se tramó un plan para librar a la ciudad de sus judíos en tres meses. Las deportaciones comenzaron el 11 de diciembre de ese mismo año, con judíos hacinados en vagones de ganado con destino a los guetos de Varsovia o Lublin, y el 15 de abril de 1940, el periódico fascista Ostdeutscher Beobachter informó con regocijo de la eliminación de la Estrella de David de la última sinagoga que quedaba en pie.
Los que permanecieron en los guetos de Reichsgau Wartheland, así como algunos judíos despojados de todo procedentes de Austria, Luxemburgo y otros países (alrededor de 11.000 personas en total) fueron llevados a los 29 campos de trabajo de la ciudad para realizar trabajos agotadores, incluida la construcción del aeropuerto de Poznań y una autopista que conectaba Berlín y Łódź.(utilizando lápidas judías como material de construcción), excavando lo que hoy es el lago Rusałka y el lago Malta, y liquidando los cementerios judíos.(Fuente consultada:https://www.
EL CEMENTERIO DE POZNAN
En 1803 se inauguró el cementerio en la actual calle calle Głogowska. 26A, y el lugar sufrió los avatares de la guerra después de casi un siglo y medio de actividad. Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis destruyeron este cementerio, cuyas lápidas se utilizaron para pavimentar las calles y aceras o para realizar obras en Sołaczu, el cuartel de los oficiales alemanes. Después de la liberación, la destrucción continuó con los comunistas cuando se levantaron aquí pabellones para la Feria Internacional de Poznań. Hoy en día, sólo quedan algunas lápidas del cementerio, que se encontraron en el patio del edificio de la calle Głogowska 26A, donde está enterrado el rabino y experto tamùdico Akiba Eger. (Fuente consultada:http://iajgscemeter
Durante muchos años, el Comité Judío para la Protección de los Cementerios Judíos en Europa quiso construir un lapidario en el cementerio, que culminó en diciembre de 2006 con un acuerdo por el que el lugar sito en la calle Głogowska. 26 A, albergaría las lápidas de piedra como lapidarium, incluyendo las de Akiba Eiger, y las obras comenzaron en otoño de 2007. El 30 de abril de 2008, las lápidas volvieron a colocarse en el borde de este cementerio. Los hermanos Samuel y Yoshua Haltern, descendientes de Akivy Eger, financiaron el proyecto. A la inauguración también asistieron rabinos de todo el mundo y varios dignatarios. El resto del cementerio judío fue reinaugurado en 2008. En esta ciudad, dicho sea de paso, existieron otros cementerios también destruidos antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. (Fuente citada y consultada:http://iajgscemeter
Dirección del actual lapidarium: Głogowska, 26 a
Vídeo del lugar: https://www.youtube.com/watch?