HISTORIA DE UN NORTEAMERICANO FRENTE AL HOLOCAUSTO

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HISTORIA DE UN NORTEAMERICANO FRENTE AL HOLOCAUSTO

 

El periodista norteamericano Varian Fry fue testigo de las tropelías perpetradas por los nazis contra los judíos y luchó con coraje por salvaguardar la vida de centenares de esas víctimas.

 

por Ricardo Angoso

 

Seguramente, como ocurre con la historia de tantos héroes conocidos y anónimos de la Segunda Guerra Mundial, si no hubiera ocurrido la irrupción en la escena europea de Adofl Hitler, y con él la consiguiente persecución de los judíos en el continente, la vida de un norteamericano llamado Varian Fry hubiera sido una vida anodina, desconocida y de la que no estaríamos hablando en este momento. Pero, como ocurre con todas las guerras y desdichas, esta tragedia sacó lo mejor y lo peor de todos los seres humanos. En el caso de Varian, resplandeció su coraje, valentía y heroísmo al salvar a miles de judíos. No hubo tantos que lo hicieron.

 

Varian Fry nació en la ciudad de Nueva York. Sus padres fueron Lillian (Mackey) y Arthur Fry, gerente de la firma Carlysle and Mellick de Wall Street. La familia se mudó a Ridgewood, Nueva Jersey, en 1910. Varian creció en Ridgewood, donde se aficionó a la observación de aves y a la lectura. Durante la Primera Guerra Mundial, a los 9 años de edad, Varian y sus amigos llevaron a cabo una serie de actividades para recaudar fondos para la Cruz Roja Americana que incluyeron un espectáculo de vodevil y un puesto de venta de helados. De 1922 a 1924 estudió en The Hotchkiss School, que abandonó debido a las novatadas. A continuación estudió en el colegio privado Riverdale Country School, un colegio exclusivo para hombres en Riverdale, en el que se graduó en 1926.(Fuente citada y consultada:https://es.wikipedia.org/wiki/Varian_Fry).

 

Hemos encontrado muy pocas noticias acerca de Varian Fry acerca de su vida antes de que en Europa estallara la Segunda Guerra Mundial y se viera implicada en la misma, aunque sea indirectamente, si exceptuamos la breve nota de Wikipedia, que agrega acerca de ese periodo la siguiente información: “Varian fue un estudiante muy capaz, y además multilingüe, lo que le permitió acceder sin dificultad a la Universidad de Harvard. En 1927, al inicio de sus estudios universitarios, fundó, junto a Lincoln Kirstein, la revista literaria Hound & Horn. Gracias a la hermana de Kirstein, conoció a su futura esposa, Eileen Avery Hughes, editora de la revista Atlantic Monthly. Ella era siete años mayor que él y había estudiado en la Universidad de Oxford en Inglaterra. Se casaron el 2 de junio de 1931”.

 

Mientras trabajaba como corresponsal en el extranjero para la revista estadounidense The Living Age, Fry viajó a Berlín en 1935. Allí, en más de una ocasión, fue testigo de los abusos del régimen nazi contra los judíos, lo que lo convirtió en un ardiente antinazi. Las primeras persecuciones contra los hebreos, primero en Alemania y después en las ocupadas Checoslovaquia y Austria, estaban al orden del día y anticipaban lo que en el argot nazi se denominaba como la “solución final”, es decir, el exterminio de todos los judíos de Europa que tendría como corolario final el Holocausto.

 

TESTIGO DE LA BARBARIE NAZI

Después de su visita a Berlín, ese mismo año, y como testigo de la historia en primera persona,  Varian escribió en el New York Times sobre el tratamiento salvaje de los judíos por parte del régimen de Hitler. También escribiría algunos libros de política internacional como The Peace that Failed, donde describe el turbulento clima político que siguió a la Primera Guerra Mundial, la desintegración de Checoslovaquia y los acontecimientos que llevaron a la Segunda Guerra Mundial.

 

Muy pronto, Varian comprendió que esta guerra genocida iniciada por Hitler estaban en juego varias cosas, como la vida de millones de judíos, y que había que actuar porque no solamente escribiendo se podría detener a la maquinaría genocida nazi, aunque esas acciones pudieran parecer inútiles y concluir con acciones puntuales y heroicas sin llegar a parar el impulso criminal del nazismo. Quedarse de brazos cruzados, justificándose en que no se podía hacer nada ante la fuerza bruta, hubiera sido lo fácil, pero Varian no era de esa clase de hombres y muy pronto mostró una gallardía que no todos poseían en esos tiempos brutales y funestos.

 

Así nos cuenta su historia la Enciclopedia del Holocausto: “Después de que Alemania invadiera Francia, en junio de 1940, la Comisión de Rescate de Emergencia, una organización de ayuda privada estadounidense, envió a Fry a Francia para auxiliar a refugiados antinazis que corrían peligro de ser arrestados por la Gestapo (policía secreta estatal alemana). En Marsella, la red de colaboradores de Fry falsificaba documentos y creaba rutas de escape clandestinas. Fry ofreció ayuda a refugiados antifascistas, tanto judíos como los que no lo eran, bajo amenaza de ser extraditado a la Alemania nazi en virtud del Artículo 19 del armisticio franco-alemán (la cláusula de rendición por solicitud”). (Fuente consultada y citada:https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/varian-fry).

 

ENTRE LA FRANCIA COLABORACIONISTA Y LOS NAZIS

.El Yad Vashem nos detalla muy precisamente el trabajo y los denodados esfuerzos de Varian por implicarse en la salvación de judíos: “Al llegar a Marsella en agosto de 1940 Fry se estableció en un cuarto del hotel Splendide y comenzó a escribir cartas a las personas de la lista. Los rumores de su llegada se habían extendido, y cientos de personas venían a pedirle asistencia. Pronto descubrió que el consulado norteamericano no iba a ayudarlo a trasladar a dichas personas a EEUU y que tendría que trabajar de modo independiente. Frente al apremio de los desesperados refugiados Fry decidió actuar y comenzó a hallar vías –la mayoría ilegales– para hacer huir a aquellos refugiados que estaban en peligro inmediato de caer en manos alemanas. Las colas de refugiados frente a su cuarto de hotel eran tan largas que alquiló una oficina y reunió a un grupo de colaboradores –expatriados estadounidenses, ciudadanos franceses y refugiados– para que lo ayudaran en el proceso de clasificación. Establecieron el Centro Americano de Socorros (Centre Americain de Secours) y comenzaron a entrevistar entre 60 y 70 personas por día. Años después Fry describía cómo enfrentó el dilema de a quién debían ayudar: No teníamos modo de saber quién estaba realmente en peligro y quién no. Teníamos que adivinar y la única manera de hacerlo era dar a cada refugiado el pleno beneficio de la duda. De otro modo, podíamos haber rehusado ayudar a alguien que estuviera en verdadero peligro y enterarnos luego de que lo habían llevado a Dachau o a Buchenwald debido a nuestro rechazo”.(Fuente citada y consultada:https://www.yadvashem.org/es/righteous/stories/fry.html).

 

La situación en esos momentos, entre un “gobierno” francés que colaboraba abiertamente con los nazis en la deportación de los judíos y los alemanes presionando para que los fueran enviados a los campos de la muerte, era apremiante y muy grave, sobre todo para los miles de hebreos que pretendían huir de una segura muerte. Varian, consciente de la situación y el peligro, tenía que actuar y convencer a los norteamericanos para que hicieran algo.

 

Fry intentó dos veces conmover al Secretario de Estado norteamericano Cordell Hull pero no con demasiado éxito. Miles de judíos se encuentran en prisiones y campos de concentración en Europa sin esperanza de ser liberados porque no tienen un gobierno que los represente… ¿No pueden los Estados Unidos  y otras naciones del hemisferio occidental tomar medidas inmediatas, tales como la creación de nuevos pasaportes Nansen [utilizados con anterioridad para ayudar a refugiados rusos desplazados] y la extensión de al menos una protección diplomática limitada para sus poseedores?”, escribió el 10 de noviembre de 1940. Ninguna de sus cartas tuvo respuesta”, nos cuenta la página de Yad Vashem. (Fuente citada y consultada:https://www.yadvashem.org/es/righteous/stories/fry.html).

 

La misión humanitaria de Fry estaba a punto de llegar a su fin y finalmente fue descubierto por los enemigos de los judíos, tal como nos cuenta el periodista Joyce Jensen: “Fry continuó con su misión, pero en diciembre de 1940 fue arrestado y encerrado en un barco para prisioneros en Marsella. Fue liberado pero se dio cuenta de que su tiempo en Francia estaba llegando a su fin. En enero de 1941, su pasaporte expiraba y el gobierno de EE.UU. se negó a renovarlo ya que desaprobaban sus actividades. Aun sin el pasaporte él continuó su trabajo con los refugiados, sacándolos de contrabando sin contratiempos durante la primavera y el verano de 1941. El gobierno francés, también descontento con el trabajo de rescate de Fry, lo echó en septiembre de 1941. Los diplomáticos americanos que estaban en Francia no protestaron. Fry había logrado quedarse en Francia un año más de lo pensado. Durante ese tiempo, con valentía, ingenio y astucia, Fry y sus colegas habían ayudado a escapar de Francia a más de 1500 personas”.(Fuente citada y consultada:https://www.raoulwallenberg.net/es/salvadores/otros/memoria-heroe/).

 

EL FINAL DE LA MISION DE FRY

Ya no había nada qué hacer, la misión de Fry había terminado y los nazis, junto con sus aliados franceses, continuarían con su labor exterminadora que dejó en la cuenta más de seis millones de judíos asesinados en los campos de la muerte y otros millones más de otras nacionalidades en su genocida haber. Todo había acabado de una forma abrupta e inesperada.

 

Así relata el final de su misión la Enciclopedia del Holocausto:”Los esfuerzos de Fry resultaron en el rescate de unas 2.000 personas, incluyendo distinguidos artistas e intelectuales como Marc Chagall, Max Ernst, Franz Werfel, Lion Feuchtwanger y Heinrich Mann. Sus actividades encubiertas enfurecieron por igual a funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos y la Francia de Vichy y, en septiembre de 1941, fue expulsado de Francia”. (Fuente citada y consultada:https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/varian-fry).

 

Sin embargo, el final de Fry, como era de prever, no estuvo a la altura de lo que debía haber sido y su país, desde luego, no le recibió como héroe, tal como nos cuenta el Yad Vashem: “Luego de su regreso forzado a los Estados Unidos Varian Fry fue puesto bajo la vigilancia del FBI. Por el resto de su vida fue evitado por sus excolegas y amigos y hasta su muerte prematura en 1967, a los 59 años, se ganó la vida como maestro de latín en una escuela de varones. Poco antes de su muerte el gobierno de Francia lo galardonó con la Orden de Caballero de la Legión de Honor”. Demasiado poco para una lucha tan heroica.

 

Fry escribió las memorias de sus experiencias en Francia, Surrender on Demand (Renuncia por solicitud ), el cual fue publicado en 1945. En sus memorias Fry escribió, cuando partió de Francia, que “Era un día gris y lluvioso cuando abordé el tren. Miré por las ventanillas e innumerables imágenes se acumulaban en mi mente. Pensé en los rostros de los miles de refugiados que había enviado afuera de Francia, y los de miles más que había tenido que dejar tras de mí”. El horror quedaba atrás, pero no se iba de sus recuerdos, que le atraparían de por vida.

 

En 1994 fue distinguido con el título de Justo de las Naciones por Yad Vashem. El hijo de Varian Fry plantó un árbol en su honor en Yad Vashem en 1996. A la ceremonia asistió el secretario de Estado norteamericano Warren Christopher, que en la ocasión se disculpó en nombre del Departamento de Estado por el abusivo trato que se le dispensara a Fry durante los años de guerra.

 

FUENTES CITADAS Y CONSULTADAS:

 

Yad Vashem:

https://www.yadvashem.org/es/righteous/stories/fry.html

 

Raoul Wallenberg International Foundation:

https://www.raoulwallenberg.net/es/salvadores/otros/memoria-heroe/

 

Enciclopedia del Holocausto del US Holocaust Memorial Museum:

https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/varian-fry

 

Wikipedia:

https://es.wikipedia.org/wiki/Varian_Fry

 

 

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