HISTORIA DE LOS JUDIOS DE ESLOVENIA

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Los judíos de Eslovenia, entre la tragedia del Holocausto y el anonimato actual

Centro Cultural-Museo Judío de Ljubliana
 

Eslovenia es uno de los pocos países de Europa que no cuenta con una vida judía plenamente organizada y tampoco tiene en su haber sólidas instituciones hebreas. Esta es su historia.

 

 

por Ricardo Angoso

 

 

La población judía de Eslovenia nunca fue muy numerosa ni tuvo, a diferencia de otros países de la región, un papel muy protagónico en la vida social, política, económica y cultural del país. Hemos encontrado esta noticia sobre la misma en la Enciclopedia de Eslovenia: “En el siglo XII, los judíos llegaron a tierras eslovenas huyendo de la pobreza en Italia y Europa Central. Aunque se vieron obligados a vivir en guetos, muchos judíos prosperaron. Las relaciones entre los judíos y la población cristiana local fueron en general pacíficas. En Maribor, los judíos eran exitosos banqueros, viticultores y molineros. Varios “tribunales judíos” (Judenhof) existían en Estiria, resolviendo disputas entre judíos y cristianos. Israel Isserlein, autor de varios ensayos sobre la vida judía medieval en la baja Estiria, era el rabino más importante de la época, ya que vivía en Maribor. En 1397, asaltantes anónimos antijudíos incendiaron guetos judíos en Radgona y Ptuj”. 

 

 

 
El letrero de la calle es la Calle de los Judíos de Ljubliana

 

 

En una historia sobre los judíos de Eslovenia hemos encontrado un breve resumen de algunas de las persecuciones que sufrieron los judíos de la época medieval: “La riqueza de los judíos generó resentimiento y envidia entre la nobleza del interior de Austria y los burgueses, y muchos se negaron a pagar a los prestamistas judíos y los comerciantes locales consideraron a los judíos como competidores. El antisemitismo de la Iglesia Católica también desempeñó un papel importante en la creación de animosidad contra los judíos. En 1494 y 1495 las asambleas de Estiria y Carintia ofrecieron al emperador austriaco Maximiliano I una recompensa por la expulsión de los judíos de ambas provincias”.
Fuente citada y consultada: Enciklopedija Slovenije

 

 

Maximiliano accedió a su solicitud, citando como motivos de la expulsión la contaminación judía de los cristianos, los asesinatos rituales de niños cristianos y las falsas acusaciones de estafa a los deudores. Las expulsiones comenzaron de inmediato, siendo los últimos judíos deportados en 1718. Los judíos fueron expulsados de Maribor en 1496. Continuaron las demandas de los ciudadanos de Ljubljana para la expulsión de los judíos, siendo estos desterrados de la ciudad en 1515. Tras la desaparición de la comunidad judía, la sinagoga de Maribor fue confiscada para ser convertida en iglesia.

Fuente citada y consultada:
http://dk.fdv.uni-lj.si/dela/Kavcic-Jerneja.PDF, de la obra de Kavčič, Jerneja. “Judovstvo na Slovenskem”

 

 

 
Instantanea del centro de la capital eslovenia

Siguiendo con el relato, hemos encontrado en Wikipedia algunas noticias sobre la historia de esta comunidad: “En 1709, el emperador Carlos VI del Sacroimperio Romano Germánico, gobernante de la monarquía de los Habsburgo, emitió un decreto que permitía a los judíos regresar a Austria interior. Sin embargo, tras las expulsiones, la gran mayoría los judíos se asentaron casi exclusivamente en la ciudad comercial de Trieste y, en mucha menor medida, en la ciudad de Gorizia (ambas actualmente en Italia). El decreto fue anulado en 1817 por Francisco I, y los judíos obtuvieron plenos derechos civiles y políticos solo con la constitución austriaca de 1867. Sin embargo, las tierras eslovenas permanecieron virtualmente sin población judía constante, con la excepción de Gorizia, Trieste, la región de Prekmurje y algunos pueblos más pequeños en la parte occidental del condado de Gorizia y Gradisca, que estaban habitadas en su mayoría por población de habla friulana”.
Fuente citada y consultada: 
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_los_jud%C3%ADos_en_Eslovenia).

Entre el siglo XVI y XIX las persecuciones a los judíos estuvieron al orden del día y los mismos evitaban instalarse en un país bastante hostil a esta población. La emancipación total de los judíos en 1867 por el Imperio austrohúngaro tuvo poco efecto en Eslovenia: el antisemitismo era tan virulento en la región que se desaconsejaba cualquier retorno a gran escala.

EL SIGLO XX, APENAS VIDA JUDÍA

Así llegamos al siglo XX, en que, según el censo de 1910, solo 146 judíos vivían en el territorio de la actual Eslovenia, excluyendo la región de Premukje, Sin embargo, a pesar de esto, como en otras partes de Austria-Hungría, el antisemitismo comenzó a intensificarse también en Eslovenia, desde mediados del siglo XIX en adelante, propagado principalmente por destacados líderes católicos eslovenos, como el obispo Anton Mahnič y Janez Evangelist Krek. El primero llamó a la guerra contra el judaísmo y el segundo buscó persuadir a los creyentes de que los judíos eran transmisores de dañinas influencias.
Fuente citada y consultada:
https://ikss.zrc-sazu.si/sites/default/files/marginsogmemory.pdf

 

 

El periodo de entreguerras, desde el final de Primera Guerra Mundial  (1918) hasta 1939, tampoco fue fácil para los judíos eslovenos en la nueva Yugoslavia recién fundada como resultado de la contienda. Sin embargo, la iglesia católica y su principal aliado en la escena política eslovena, el Partido Popular esloveno, se involucraron en el antisemitismo, y los periódicos católicos difamaban a los judíos con consignas como “un desastre para nuestra región”, y calificándolos como “estafadores” y “traidores a Cristo”, mientras que el principal diario católico esloveno, Slovenec, informó a los judíos locales que su «camino para salir de Yugoslavia estaba abierto» y que “mercancías de este tipo [es decir, judíos] se exportan desde Eslovenia sin compensación”.

Fuente citada y consultada:
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_los_jud%C3%ADos_en_Eslovenia

 

 

 
Instantanea del centro de la capital eslovenia

 

 

Mientras fue ministro del Interior en el gobierno yugoslavo, el principal político esloveno y ex sacerdote católico, Anton Korosec, declaró abiertamente a “Todos los judíos, comunistas y masones como traidores, conspiradores y enemigos del Estado”. Luego, en 1940, Korosec introdujo dos leyes antisemitas en Yugoslavia, para prohibir a los judíos trabajar en la industria alimentaria y restringir el número de estudiantes judíos en las escuelas secundarias y universidades. Los judíos eslovenos se vieron gravemente afectados, como señaló Sharika Horvat en su testimonio para la Fundación Shoah., “todo se vino abajo… bajo el gobierno de Korošec”.
Fuente citada y consultada:
https://ikss.zrc-sazu.si/sites/default/files/marginsogmemory.pdf).

EL HOLOCAUSTO IRRUMPE EN ESLOVENIA

Según datos oficiales yugoslavos, el número de judíos autodeclarados (según religión, no ascendencia) en la Eslovenia yugoslava ascendió a 1.533 en 1939. En ese año, había 288 en Maribor, 273 en Liubliana, 270 en Murska Sobota, 210 en Llenada y 66 en Celje. Los otros 400 judíos vivían dispersos por el resto del país, y una cuarta parte de ellos vivía en la región de Prekmurje. Antes de la Segunda Guerra Mundial, había dos sinagogas activas en Eslovenia, una en Murska Sobota y otra en Lendava. Se estima que el número total de judíos antes de la invasión del Eje a Yugoslavia en abril de 1941 era de alrededor de 2500, incluidos judíos bautizados y refugiados de Austria y Alemania que habían huido de esos países.

Fuente citada y consultada:
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_los_jud%C3%ADos_en_Eslovenia).

La comunidad judía, muy pequeña incluso antes de la Segunda Guerra Mundial y la Shoá, se redujo aún más por la ocupación nazi entre 1941 y 1945; los judíos del norte y este de Eslovenia (Estiria eslovena, Alta Carriola, Cainita eslovena y Posavje), que fue anexada al Tercer Reich, fueron deportados a campos de concentración a fines de la primavera de 1941. Muy pocos sobrevivieron. En Liubliana y en Baja Carriola, que estuvo bajo ocupación italiana, los judíos estuvieron relativamente seguros hasta septiembre de 1943, cuando la mayor parte de la zona fue ocupada por las fuerzas alemanas. A finales de ese mismo año la mayoría de ellos fueron deportados a los campos de concentración, aunque algunos lograron escapar, sobre todo huyendo a las zonas liberadas por la resistencia partisana.

 

Los judíos de Prekmurje, donde vivía la mayoría de los judíos eslovenos hasta la Segunda Guerra Mundial, sufrieron el mismo destino que los judíos de Hungría, es decir, el exterminio. Tras la ocupación alemana de Hungría, casi toda la población judía de la región de Prekmurje fue deportada a Auschwitz. Muy pocos sobrevivieron. En total, se estima que de los 1.500 judíos que había en Eslovenia en 1939, solo 200 lograron sobrevivir, lo que significa que el 87 % fueron exterminados por los nazis, una de las tasas más altas de Europa. Otras fuentes, como el Departamento de Estado norteamericano, elevan la cifra de asesinados hasta los 1.400, aunque la cifra si incluimos a los judíos huidos de Alemania y Austria podría ser mayor.

 

Algunos judíos eslovenos lograron salvarse uniéndose a los partisanos. A diferencia de la resistencia polaca, que no admitía judíos en sus filas, los partisanos yugoslavos dieron la bienvenida a los judíos. En la ex-Yugoslavia sobrevivieron 3.254 judíos uniéndose a los partisanos, más de una quinta parte de todos los sobrevivientes. Después de la guerra, 10 partisanos judíos fueron nombrados héroes nacionales yugoslavos. Por ayudar a los judíos durante el Holocausto, 15 eslovenos han sido nombrados Justos de las Naciones por el Yad Vashem.
Fuente citada y consultada:
https://encyclopedia.ushmm.org/content/en/article/jewish-losses-during-the-holocaust-by-country).

Tras la Segunda Guerra Mundial, una vez instalados los comunistas en el poder, apenas quedaban un centenar de judíos eslovenos con vida y las condiciones de vida tampoco mejoraron para la comunidad.

En Ljubljana, las propiedades judías fueron confiscadas como “propiedad enemiga” por el Comité de Confiscación de la Ciudad y las mismas fueron entregadas a la élite comunista. Estas propiedades incluían la mansión Ebenspanger (utilizada por Boris Kidrič), la mansión Mergenthaler (utilizada por la OZNA, o policía secreta yugoslava) y la mansión Pollak (utilizada por Edvar Kobek).
Fuente citada y consultada:
https://socialnidemokrati.si/samodejstva-zgodba-o-ukradeni-judovski-vili/).

 

 

En 1969, solamente había censados 84 judíos en toda Eslovenia, ya que la mayoría de los sobrevivientes al Holocausto se habían marchado. Cuando se produce la independencia de Eslovenia, en 1991, había en todo el país 199 judíos, según el último censo yugoslavo realizado ese año. En el año 2011, cuando se realizó el último censo de Eslovenia, había viviendo en el país 99 judíos, ya que la mayor parte de la comunidad había emigrado a Israel y a otros países occidentales. En la actualidad, hay un centro cultural judío en Liubliana, donde al parecer opera un pequeño museo de la historia de la misma y una sinagoga, pero no pude acceder a dichas instalaciones al encontrarme con las mismas cerradas. Las últimas informaciones que tengo, procedentes del Congreso Mundial Judío, son que el número de judíos  en Eslovenia no supera el centenar y la vida comunitaria es más bien escasa, por no decir nula. 

 

 

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