Israel se despide de los 12 menores muertos y estudia la respuesta contra Hizbulá
El objetivo del Gobierno de Netanyahu sería golpear duramente a la milicia libanesa sin entrar en una guerra abierta
Bajo la conmoción e indignación en Israel por la muerte de 12 menores drusos (el más pequeño de 10 años y el mayor de 16) a raíz del impacto de un proyectil en un campo de fútbol en Majdal Shams en el Golán, el Gabinete israelí se reúne esta tarde para aprobar una respuesta contundente contra la milicia Hizbulá más allá del ataque aéreo contra varios objetivos suyos en la madrugada del sábado en Líbano.
El encuentro presidido por el primer ministro Benjamin Netanyahu -recién llegado de Estados Unidos- arrancó con una duda (si el nivel de intensidad de la represalia y la también esperada contra réplica del grupo proiraní podrían provocar una guerra) y una pregunta (si los ataques debían extenderse por primera vez en la escalada iniciada por Hizbulá el pasado 8 de octubre a infraestructuras del Líbano dado que desde su territorio han salido miles de misiles y proyectiles y centenares de drones contra el norte de Israel).
El ataque más sangriento en Israel desde la infiltración de Hamas del pasado 7 de octubre, y en el norte del país en los últimos años, empuja al Ejército israelí y Hizbulá al borde de una guerra. El misil con una carga explosiva de 53 kilogramos, que también causó más de 30 heridos, confirma el temor de muchos, especialmente en la Casa Blanca, de que la inercia de la ruleta rusa de los proyectiles y bombardeos en ambas partes se imponga a sus intereses estratégicos.
12 niños y jóvenes muertos en el ataque atribuido a Hizbulá en un campo de fútbol en el Golán