EL CEMENTERIO JUDIO DE SATU MARE, UNICO VESTIGIO DE OTRA COMUNIDAD DESAPARECIDA EN RUMANA

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NOTICIA DE LA DESAPARECIDA COMUNIDAD JUDÍA DE SATU MARE, EN EL CORAZÓN
DE MARAMURES (RUMANIA)

Es otra de las comunidades judías de Rumania que desaparecieron
durante el Holocausto y hoy no quedan judíos en esta ciudad que antaño
contaba con una vibrante y rica comunidad hebrea. También damos
algunos datos de su cementerio.

por Ricardo Angoso

Es junto con Baia Mare y Sighetu Marmatiei una de las grandes
capitales de la región rumana de Maramures y capital del departamento
(provincia) del mismo nombre de Rumania, aunque por razones histórica
haya pertenecido durante un largo periodo de tiempo a la región de la
Transilvania que conformó durante siglos el Reino de Hungría.  Este
pequeña pero bella ciudad, hoy en el noroeste de Rumania y muy cerca
de la frontera de este país con Ucrania, fue parte de Hungría hasta la
Primera Guerra Mundial (1918) y nuevamente entre 1940 y 1944, cuando
los nazis por la colaboración de este país con Alemania les fue
adjudicada a los gobernantes húngaros. Volvería a manos rumanas, por
decisión de los soviéticos, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1945.

Con respecto a los judíos, las primeras noticias datan de principios
del siglo XVIII y, al parecer, se dedicaban a la destilación del
brandy y alquilaban tabernas en las propiedades de la corona. El
primer censado como judío en la ciudad fue en el año 1696, fecha en
que comenzaron a llegar los primeros judíos. Sin embargo, en 1715,
cuando Satu Mare se convirtió en una ciudad real, su afluencia se
detuvo y los judíos que habían llegado antes fueron expulsados.
Permitidos a venir a la ciudad solo para ferias, los judíos no
comenzaron a reasentarse hasta la década de 1820. Las llegadas de
judíos se aceleraron en la década de 1850: en 1869, la población judía
había crecido a 1.357; en 1890 a 3.427; y en 1910, la población hebrea
de Satu Mare ascendía a 7.194 (el 7,4% del total del censo de la
ciudad). Antes del Holocausto, en 1930, la comunidad judía ascendió a
los 11.533 miembros, convirtiéndose en una de las más importantes,
activas y numerosas de Transilvania.

La comunidad como tal es muy antigua. Fue fundada en 1842 y reconocida
oficialmente en 1852. En las décadas siguientes, también se
establecieron instituciones religiosas, culturales o de ayuda. En
1858, se abrió la primera sinagoga. A lo largo de los años, los judíos
se han involucrado en el comercio. Con el crecimiento de la comunidad,
sus representantes se involucraron en la industria, estableciendo
fábricas y plantas industriales, o en el campo del crédito. (Datos
obtenidos y extraídos
de:https://roholocaust.com/event/82~Jews-in-Satu-Mare-during-the-Holocaust).

El cronista Tamás Csiski nos aporta algunos detalles de esta
comunidad:”Hasta finales de la década de 1860, los judíos que se
habían trasladado a Satu Mare desde los pueblos rurales de los
alrededores formaban parte de la pequeña burguesía. Más tarde, los
judíos más adinerados desempeñaron un papel importante en el
desarrollo de la industria alimentaria, especialmente en la
destilería. Sin embargo, su mercado era mucho menor que el de Miskolc
o Nagyvárad, por lo que Satu Mare se convirtió en un centro comercial
sólo para su propio condado. Algunos de los mayores contribuyentes de
los siglos XIX y XX fueron los propietarios de la destilería Markovits
Elek & Sons, así como los comerciantes de cereales y alcohol Adolf
Rosenfeld, Sándor Schwarcz y Ezékiel Freund”. (Fuente citada y
consultada:https://yivoencyclopedia.org/article.aspx/Satu_Mare_).

Como nos señala este mismo autor, muy pronto las divisiones entre los
judíos se hicieron notar, sobre todo entre asquenazíes y jasídicos, ya
que esta no era una zona de influencia sefardí, tal como relatamos a
continuación:”En la década de 1870, la comunidad judía sufrió una gran
afluencia de inmigrantes que rompió la unidad de la comunidad. Al
principio, los recién llegados eran judíos asquenazíes tradicionales,
pero más tarde los jasídicos se convirtieron en mayoría y, por lo
tanto, frenaron el proceso de aculturación. En 1897, tras la muerte
del rabino jefe Benjamin Farkas Mandelbaum, que había fundado la
comunidad y la había mantenido unida desde 1849, la comunidad se
dividió. Juda Grünwald, un partidario del movimiento jasídico, fue
elegido rabino jefe. Como resultado, la oposición se separó de la
comunidad ortodoxa y fundó una  comunidad Status Quo (ni ortodoxa ni
neologa ). En 1903, Sándor Jordán se convirtió en el líder de esta
última comunidad. Fundó una sociedad para la renovación de la lengua
hebrea y abrió el primer jardín de infancia en lengua hebrea en 1911”.

Esas luchas dentro de la comunidad judía continuaron y causaron
enormes divisiones. En 1920, Eliezer Dávid Grünwald se convirtió en el
rabino jefe de Satu Mare, y de esta manera fortaleció el movimiento
asquenazí original. Su yeshivá contaba con 400 estudiantes y era una
de las más grandes de la región. En la década de 1920, había varias
organizaciones sionistas en Satu Mare (Mizraḥi era especialmente
fuerte), así como una logia B’nai B’rith llamada Concordia. Sin
embargo, en 1928, el rabino Yo’el Teitelbaum, un tradicionalista
ardiente y antisionista, asumió el puesto de rabino jefe, asegurando
que la influencia del jasidismo aumentaría nuevamente y causando más
divisiones. Entre 1920 y 1936, Aharon Roth, otro conocido rabino
jasídico, estuvo activo en la ciudad y fue el fundador de la comunidad
Toldot Aharon en Jerusalén.

LA IRRUPCION DEL HOLOCAUSTO EN LA VIDA JUDIA DE SATU MARE

En 1940, Satu Mare fue anexada a Hungría por imposición de Alemania e
Italia a Rumania.  En 1941, había 12.960 judíos en Satu Mare, el 24,9%
del total de residentes, pero seguramente habría algunos miles más
procedentes de otras partes donde ya habían comenzado la persecuciones
contra los judíos, como Polonia, Austria, Alemania, Ucrania y otros
territorios ocupados por los nazis. En el período de entreguerras
había 26 sinagogas y casas de oración, un cementerio en activo y una
imprenta hebrea.

Las nuevas autoridades administrativas húngaras implementaron leyes
que restringían drásticamente las actividades económicas y los
derechos civiles de los judíos. La incorporación de la ciudad de Satu
Mare a Hungría tras el llamado“Diktat de Viena”, el 30 de agosto de
1940, no tardó en revelar sus nefastas consecuencias para la población
judía local. Para empezar, los estudiantes judíos de las escuelas
públicas fueron expulsados y, a partir del 6 de marzo de 1943, se
prohibió a los judíos ir a las piscinas. Las autoridades argumentaron
que representaban una “categoría social inmoral”, ya que los judíos
estaban privados de sus derechos constitucionales y eran marginados y
aislados en la sociedad en la que vivían.

Tal como hemos podido leer en páginas de la comunidad judía local, las
cosas cambiaron súbitamente para los judíos: “Al igual que los judíos
de otras ciudades administradas por los húngaros, los hombres judíos
de Satu Mare de entre 22 y 45 años fueron movilizados para realizar
trabajos forzados y enviados a Ucrania, donde muchos murieron. Otro
episodio sangriento en la historia de los judíos de Satu Mare está
vinculado a Ucrania. En agosto de 1941, los judíos “apátridas” de la
ciudad fueron deportados a Camenița, Kameaneț-Podilskîi, donde fueron
ejecutados por los nazis. Se estima que de los 16.000 a 18.000 judíos
asesinados en esa época, 1.000 eran de Satu Mare”.(Fuente citada y
consultada:https://roholocaust.com/event/82~Jews-in-Satu-Mare-during-the-Holocaust).

El 26 de abril de 1944, se creó un gueto en una sección de la ciudad
delimitada por las calles Zrínyi, Petőfi y Báthory. Alrededor de
18.000 judíos fueron obligados a trasladarse a esta zona desde
Szatmárnémeti y sus pueblos circundantes. Fueron transportados a
Auschwitz entre el 19 de mayo y el 1 de junio de ese mismo año. Las
condiciones en las que los tenían antes de ser enviados a los campos
de la muerte eran similares a las de otros guetos: tortura, hambre,
hacinamiento y falta de atención médica. Así se cerraba de esta forma
cruel, violenta e infame esta página de la historia de los judíos de
Satu Mare.

De los judíos deportados de Satu Mare, sobrevivieron muy pocos.
Algunos de ellos regresaron a Satu Mare después del fin de la guerra.
En 1947, el número de judíos era de 7.500, pero muchos provenían de
otras regiones. Durante los años comunistas (1945-1989), una parte
significativa de ellos emigró. En 1970, 700 judíos todavía vivían en
Satu Mare. En las décadas siguientes, su número disminuyó
considerablemente. El auge del sionismo y las pésimas condiciones de
vida bajo la dictadura comunista provocaron la inmigración a Israel y
también hacia Occidente; en 1970, la población judía de la ciudad
ascendía a 500 personas y en 2002 sólo quedaban 38 judíos. Hoy no
existe en Satu Mare una comunidad judía organizada y no hay noticias
de que queden judíos.

Sobre el cementerio hemos encontrado pocas o más bien escasas
noticias. Al lugar, no muy conocido por los locales, todo hay que
decirlo, se llega por una carretera pública y el acceso está abierto
con permiso sin grandes restricciones. Es de rito neolog ortodoxo y
abundan las lápidas en húngaro y hebreo, habiendo muy pocas en lengua
rumana. No hemos encontrado la fecha exacta de su fundación, pero una
página especializada en cementerios judíos
(http://iajgscemetery.org/eastern-europe/romania/satu-mare-satu-mare-judet-transylvania)
se asegura que fundación es de principios del siglo XX pero sin
concretar el año, y la lápida más antigua data de esas fechas. Al
entrar en el mismo, se observa que hace años que no se celebran
funerales en el lugar y la maleza abunda entre las casi 2.000 lápidas
que al parecer cuenta el camposanto. Se han realizado obras de
rehabilitación y remozado en la década de los noventas y en el año
2008.

Dirección del cementerio: calle 9 de mayo de 1877

Vídeo del lugar: https://www.youtube.com/watch?v=8B_qWc9jvW4

 
 
 

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