Cuando se permitió a los colonos judíos regresar a Dresde a mediados del siglo XVIII, el cementerio original ya había sido destruido. Finalmente, se permitió un "nuevo" cementerio en 1751, con regulaciones estrictas sobre la hora y la forma en que se debía administrar el cementerio.

La idea del entierro eterno no era una idea común en Sajonia o en Alemania. Pero el resultado de las prácticas funerarias judías es que cuando se llena un cementerio, no se construyen nuevas tumbas sobre las antiguas, ni se alteran las tumbas. En cambio, se construye un nuevo cementerio.

En el Antiguo Cementerio Judío, las tumbas se colocan hacia el este, en dirección a Jerusalén. Las tumbas más recientes están en el frente y datan de 1867, año en que cerró. A partir de ese momento, el nuevo cementerio de Dresden-Johannstadt fue y se utiliza.

Se creía que el cementerio contenía 1263 tumbas, de las cuales todavía existen unas 800. Los registros se perdieron en el bombardeo de febrero de 1945.

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