CEMENTERIO DE CERNAUTI, UNO DE LOS MAS GRANDES Y BELLOS DE EUROPA DEL ESTE

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CEMENTERIO DE CERNAUTI, UNO DE LOS MÁS GRANDES Y HERMOSOS DE EUROPA DEL ESTE

 por Ricardo Angoso

Antes de reseñar los datos e historia de su cementerio judío, nos referiremos a la historia de la comunidad hebrea de esta misma urbe.
La historia de Czernowitz es inseparable de la de los judíos. Czernowitz, ahora es una ciudad de Ucrania que ha tenido diversos nombres bajo los diferentes países a los que perteneció y también para sus habitantes. Pero todo el tiempo, el más apropiado fue «La Jerusalém del río Prut», el centro hebreo más importante de Bucovina.

Durante veinte años cuando estuvo bajo el poder de Rumania era Cernauti, Chernovtsi para los soviéticos, Cernovic para los húngaros, Czernowitz en alemán, Chernovtsi bajo los rusos y ucranianos. El documento más antiguo que menciona presencia judía en la ciudad pertenece al año 1408. En los siglos XVI y XVII aumentó significativamente el número de los pobladores judíos. Durante esos siglos los judíos hablaban en yiddish y se dedicaban principalmente al comercio. La kehilá estaba dirigida por un juez electo y un rabino, disfrutaban de una limitada autonomía y el derecho a tener sus propias jurisdicciones.

En 1774, las autoridades austriacas quienes en ese momento eran los ocupantes de la ciudad registraron la mayor concentración de judíos en todo el distrito. Tratando de limitar la inmigración de las áreas vecinas, las autoridades recurrieron a diversas medidas represivas, que iban desde los impuestos para prohibir los matrimonios y que incluían hasta el destierro. Sin embargo, en las décadas siguientes la población judía siguió aumentando.

El progreso económico y la rápida urbanización de la comunidad judía afectaron claramente su interacción con el entorno. Como promotores del capitalismo incipiente y dada la ausencia de una burguesía local, los judíos — que eran artesanos, comerciantes, prestamistas, constructores y propietarios de bienes raíces — identificados con las tendencias de modernización, promovieron el uso del idioma alemán y la cultura como un medio para alcanzar la aceptación y el progreso social. Aunque las escuelas tradicionales (Talmud Torá y jeders) siguieron predominando, los estudiantes judíos entre los años desde 1789 hasta 1806 asistían a escuelas públicas donde aprendían alemán, asistiendo además a otras instituciones educativas, incluyendo un instituto terciario alemán en la ciudad, que fue fundado en 1808. En 1843 se intentó fundar una escuela bilingüe de alemán y hebreo, que finalmente se creó en 1855.

CERNAUTI, CAPITAL DE LA BUCOVINA

Luego de haber sido designada como capital de la nueva provincia de Bucovina del Imperio AustroHúngaro, en 1848, Czernowitz disfrutó por varias décadas de un proceso de crecimiento económico y participación política estimulado por la Emancipación de los judíos, que fue completada después de 1867.
La población judía también aumentó significativamente: de 4.678 (sobre un total de 20.467 pobladores no judíos) en 1850 a 14.440 (sobre un total de 45.600) en 1880 y 28.610 (sobre un total de 87.235) en 1910. La proporción de empresarios judíos aumentó aproximadamente en un 90 por ciento luego de 1900.
Por lo tanto, no fue casualidad que los parlamentarios representantes de la cámara de industria y comercio, fundada en 1850, eran principalmente judíos. Muchos de ellos eran también funcionarios públicos y otros constituían la mayoría en el campo de las profesiones liberales y en las redacciones de las editoriales.
Cercana arquitectónicamente a la encantadora cultura del ideal de crema batida mas neurótica de Viena, fue la ciudad de los talentos más novedosos de la literatura alemana, de Paul Celan, Rosa Auslander y Alfred Margul-Sperber — y al mismo tiempo el lugar de nacimiento del jasidismo y el epicentro del misticismo judío europeo. También fue la capital del Idichkait; las casa de escritores como Itzik Manger, Alfred Gong, Moses Rosenkranz Asch; y fue la ciudad anfitriona donde tuvo lugar la famosa Conferencia de Chernovitz, de 1908, donde se fijaron las pautas para el desarrollo del Idish como lengua, como un idioma independiente.

 

Los conflictos ideológicos entre hebraístas, bundistas, sionistas e idishistas en Chernowitz fueron más profundos que ningún otro lugar de Europa. Lo que diferenciaba a los judíos de Chernowitz del resto de los judíos europeos fue que eran granjeros y terratenientes, además de desempeñarse en las profesiones habituales practicadas por los judíos. La educada clase media judía de Chernowitz era estridentemente germana asimilacionista. Karl Emil Franzos, era el portavoz literario del ideal de la asimilación judeo alemana, sus novelas tenían un clima que hablaba de las relaciones internas entre las diferentes nacionalidades de Bucovina — los polacos, rutenos, ucranianos, rusos, alemanes y judíos — La vertiente de la rica cultura tripartita de la ciudad se fue dando en etapas. Esta era la consecuencia directa del aumento de estudiantes judíos que pasaron de ser un 3% en 1845 a un 60% en 1905 del total del número de estudiantes en Czernowitz.

En 1903 el número de estudiantes judíos inscriptos en el Instituto de Educación Terciaria y en la universidad alemana fundada en 1875 era del 42% sobre el total del estudiantado universitario.

El fortalecimiento de la clase media liberal inclinada hacia la cultura y el idioma alemán se reflejó también en la vida cotidiana, que fue controlada por representantes de la burguesía que apoyaron la asimilación y la introducción del Reformismo dentro del Judaísmo en 1850. Estas fuerzas eligieron a Eliezer Igel como Gran Rabino de Czernowitz; él rezaba en alemán y ocupó su puesto desde 1853 a 1892. Hubo repetidas confrontaciones con la oposición ultraortodoxa que en 1872 finalmente eligió su propio rabino y esto dividió a la comunidad.
Esta división sin embargo terminó en 1877 como resultado de un arbitraje de las autoridades. Una red de instituciones (hospitales, asilos, orfanatos, escuelas) y fundaciones fueron agregadas gradualmente a las casas de rezos y sinagogas, entre las cuales el majestuoso templo fundado en 1877 reflejaba el prestigio social de la Comunidad Judía de Bucovina.

La particular civilización urbana de Czernowitz era el resultado de una aparente simbiosis cultural entre alemanes y judíos, y representaba a un enclave burgués dentro de un ambiente patriarcal y conservador. Luego de 1890, la respuesta a las primeras manifestaciones de los nacionalistas rumanos, ucranianos y alemanes fue la expansión del Sionismo y el éxito electoral del Partido Nacional Judío, presidido por Benno Straucher, quién fue presidente de la comunidad desde 1903. Entre 1905–1908 y entre 1913–1914, la ciudad fue gobernada por los alcaldes judíos Eduard Reiss y Salo Weisselberger, respectivamente.

Diversas iniciativas culturales actuaban como alternativas a la elección de la asimilación, la más importante en el mundo comenzó con la primera conferencia dedicada a la lengua Idish y a su cultura que tuvo lugar en Czernowitz en 1908.
La amenaza planteada por los ejércitos rusos, que ocuparon la ciudad tres veces durante la Primera Guerra Mundial, provocó la huída de muchos judíos. Algunos no volvieron después de que la ciudad fue ocupada por fuerzas rumanas tras un intento en noviembre de 1918 por parte de los ucranianos de Galizia de tomar el control de la ciudad. E n la posguerra, el desmembramiento del Imperio Austro-Húngaro por el Tratado de Versalles en 1919, dio la mitad de Bucovina a Rumania. Se proclamó entonces la unificación de Bucovina con Rumania, con la región bajo el control del ejército rumano.

Posteriormente, se estableció allí un número significativo de judíos de Ucrania, Polonia y Besarabia en la que en ese momento pasó a llamarse Cernauti; el censo de 1930 indica que 42.592 judíos residían allí (representaban el 37% de la población total). A pesar de la hostilidad de los nacionalistas rumanos, las importantes posiciones que los judíos tenían en la vida económica y social les permitieron actuar en importantes cargos dentro del consejo municipal donde algunos desempeñaron cargos públicos como vice alcaldes o en asociaciones independientes.

Entre 1919 y 1933, varios judíos fueron diputados y senadores por Cernauti en el parlamento rumano. Mientras los judíos eran oficialmente considerados como una minoría nacional en esa época, por otra parte eran objeto de una fuerte presión cultural para su “rumanización” ejercida a través de las instituciones del Estado y especialmente a través de las escuelas. De hecho, el porcentaje de alumnos judíos y estudiantes de la secundaria en Cernauti cayeron primero al 18 por ciento y luego al 9 por ciento respectivamente, durante el período 1933–1940.

Los judíos reaccionaron a esta presión porque continuaban prefiriendo el idioma y la cultura alemana y mostrando un mayor interés en la cultura y la lengua yiddish (promovido principalmente por la fuerte organización de izquierda Morgnroyt). En 1930, la mayoría de la población judía de Cernauti declaró al y como su lengua materna. Las disputas dentro de la comunidad entre idishistas y hebraístas – como entre los Sionistas, Bundistas y la Asociación de Judíos Rumanos – debilitó la capacidad de reacción a las manifestaciones cada vez más virulentamente antisemitas, eventos que en ocasiones tenían el apoyo incluso activo o pasivo de las autoridades.

Las tropas soviéticas entraron en la ciudad en 1940 en su camino al encuentro con los alemanes en el centro de la Polonia dividida.
Para la población judía la ocupación de Cernauti por la Armada Soviética en junio de 1940 reemplazó la persecución antisemita con la terrible experiencia del terror stalinista. La elite burguesa de la comunidad compuesta por unas tres mil personas fue deportada a Siberia. Mantuvieron la ciudad por cerca de un año antes de que el ejército rumano reconquistara la ciudad, pero que fue lo suficientemente largo para cerrar cada iglesia y sinagoga de la ciudad.

 

Las fuerzas rumanas y alemanas reocuparon la ciudad el 5 de julio de 1941 con órdenes del gobierno de Antonescu de castigar a los judíos por su aparente adhesión a la Unión Soviética. Tras la ola de asesinatos, que culminó en el asesinato del rabino jefe, Abraham Mark y el incendio del templo, se instituyó una serie de medidas represivas, privando a los judíos de derechos civiles y económicos.
El alcalde Traian Popovici trató de aliviar la situación de los judíos. El 11 de octubre de 1941, se creó un gueto que en noviembre de ese año era un pozo negro atestado, no apto para la vida humana y 28.000 judíos fueron deportados a los campos de Transnistria.

 

POPOVICI, UN RUMANO EJEMPLAR QUE SALVÓ A MILES DE JUDÍOS

En el otoño de 1941, Popovici obtuvo un permiso para hacer una lista de 20.000 judíos exentos de la deportación, autorizados volver a casa. Distribuyó permisos mucho más numerosos que la cuota asignada incluyendo a gente que no tenía ni profesiones ni oficios necesarios, al menos temporalmente, salvándolos de un horrible destino. En la primavera de 1942, Popovici fue removido de su cargo por la concesión de permisos a los «innecesarios» judíos y fue deportado a Bucarest.
Después de su partida, otros 5.000 judíos fueron deportados a Transnistria donde perecieron. Los judíos que se quedaron en Cernauti sobrevivieron. Popovici murió en 1946. En 1969, fue agregado su nombre a los Justos entre las Naciones, durante una ceremonia en Israel.

Se estima que después de que la ciudad fue reocupada por el ejército soviético en 1944, aproximadamente el 30 por ciento de la población judía había sobrevivido. Entre 1945 y 1946, la mayoría de los sobrevivientes judíos cruzaron la frontera a Rumania y luego emigraron a Palestina Durante las siguientes décadas, los judíos de Chernivtsi, muchos de los cuales habían llegado de otras regiones de la Unión Soviética y habían vivido a través de las diferentes etapas de la política soviética hacia los judíos, que van desde la represión estalinista hasta el antisemitismo latente de la década de 1970 y 1980.

La inmigración a Israel, que continuó esporádicamente durante el período soviético, se hizo más intensa cuando Ucrania adquirió su soberanía en 1991. Mientras que en 1959 había aproximadamente 37.000 judíos viviendo en Chernivtsi, en 1989 el número había descendido a 16.469; las últimas cifras del censo indican que sólo 1.443 judíos permanecieron en la ciudad en 2001. Hay sólo una sinagoga de funcionamiento. (Fuente consultada y citada literalmente).

 

SOBRE EL CEMENTERIO JUDÍO DE CERNAUTI/CERNIVTSI

El cementerio judío en Chernivtsi es uno de los cementerios judíos mejor conservados y más grandes de Europa central y oriental; dentro de Ucrania es el segundo después del cementerio Lychakiv en Lvov. El cementerio judío de la calle Zelena fue establecido por decisión del municipio en el año 1866. El plan original del ingeniero Relli era diseñar el cementerio como un complejo jardín-parque. La planificación fue completada por un diseñador llamado Gaimbe. La parcela de tierra original, asignada por la municipalidad para el cementerio, era significativamente más pequeña de lo que la comunidad judía pensaba que era necesario y la comunidad judía recaudó fondos para comprar más tierra para ampliar el cementerio a su tamaño actual.

 

Actualmente, el tamaño del cementerio es de aproximadamente 14,2 hectáreas y consta de 137 rectángulos, que juntos forman un complejo cerrado continuo. Cerca de 50 000 ciudadanos de origen hebreo de Cernauti (Chernivtsi) están enterrados en el cementerio, entre ellos: el primer alcalde judío de la ciudad, Eduard Reiss (1905-1907); el poeta y autor yiddish Eliezer Steinbarg, los principales rabinos de la comunidad; el destacado activista público y líder de la comunidad judía Benno Straucher; el jefe de la cámara de abogados de Chernivtsi y el reconocido político Max Fokschaner; así como los filántropos Anna y Markus Kislinger; el político y diputado del parlamento austriaco David Tittinger; el ciudadano honorario de Chernivtsi Markus Kampelmacher; políticos y activistas públicos destacados, como Josef Steiner y Saul Leib Steinmetz; los médicos Dr. Siegmund Neuberger y Dr. Josef Ohrenstein, así como muchas otras personas que hicieron contribuciones significativas a la vida política, económica, cultural y pública de la ciudad.

 

Si bien algunas de las lápidas y monumentos son de estilo tradicional, otros varían mucho, lo que indica la creciente riqueza y el alto nivel de educación de la población, así como los gustos e ideales sociales, culturales, artísticos, religiosos y políticos de la comunidad judía de Chernivtsi. Los monumentos y las lápidas del cementerio presentan una notable diversidad de formas, estilos y formas. Hay estelas, sarcófagos, mausoleos y obeliscos de mármol, granito, gabra, arenisca, cemento y otros materiales. En el cementerio trabajaban escultores tan famosos como B. Reder, L. Kukurudza, los hermanos Moskaliuk, K. Kundl y otros.

 

Los adornos en los monumentos representan el simbolismo judío tradicional, así como otros elementos del arte popular ucraniano y judío. Las inscripciones están en hebreo, alemán, rumano y ruso, y contienen nombres, fechas de nacimiento y muerte, a veces la profesión o cargo de la persona, o un poema u otro epitafio. Los monumentos del período soviético a menudo tienen una foto del difunto grabada en la piedra.

 

El edificio ceremonial a la entrada del cementerio, fue erigido en 1905 según el diseño del arquitecto Fünkel y financiado por la comunidad judía. El edificio constaba de 4 salas: salón ceremonial, depósito de cadáveres, tienda ritual y oficina. El cementerio tiene cuatro fosas comunes: soldados judíos del ejército austríaco de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), soldados turcos, ciudadanos rumanos que murieron en 1941-1942 y civiles judíos, víctimas del Holocausto en 1941.

 

Desde 1995, por decisión del ayuntamiento de Chernivtsi, el cementerio es parte de la reserva histórico-cultural “Cementerios en la calle Zelena”. En la actualidad, el cementerio judío de Chernivtsi es uno de los cementerios judíos conservados más grandes de Europa central y oriental. También es un monumento y un recordatorio de la antigua gran comunidad judía de la ciudad y su papel en la política, la economía y la cultura de la ciudad. En 2008, Christian Herrmann estableció el proyecto de limpieza de Chernivtsi. Herrmann trabaja con miembros de la antigua comunidad judía de Chernivtsi para organizar voluntarios que ayuden a limpiar y mantener el cementerio, algo que han conseguido con creces dado su perfecto estado de revista y la pulcritud de sus lápidas.

 

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