Casa de Sefarad de Córdoba, un lugar para el encuentro y el conocimiento de la cultura sefardí
Es uno de los pocos museos judíos con los que cuenta España, pese a que la herencia judía en nuestro país se alargó casi quince siglos y nos dejó un notable legado en nuestra cultura, pensamiento y tradiciones.
La Casa de Sefarad, situada en Córdoba (España), es un museo y centro cultural abierto en 2006 sobre la cultura, historia y tradición sefardí. Se ubica en una antigua casa judía del siglo XIV en pleno corazón de la judería, en la calle Judíos, y justo enfrente de la Sinagoga de Córdoba. El edificio donde se ubica data del siglo XIV y fue durante el siglo XIX una típica casa de vecinos cordobesa, habiendo sido reformada y rehabilitada hace unos años para su adaptación a este museo de carácter privado.
Casa Sefarad dispone de una exposición permanente y una biblioteca especializada y se realizan visitas guiadas,, acompañadas por talleres de música sefardí, así como diversas actividades culturales como conciertos, recitales literarios y presentaciones de revistas.
Sebastián de la Obra, bibliotecario, historiador y fundador de esta Casa Sefarad, subrayó poco antes de la inauguración que venía a saldarse una «deuda histórica» que nuestra ciudad, Córdoba, había tenido durante muchos años con su pasado, habiendo sido «capital de Sefarad», «poseer la judería mejor conservada de Europa», «y el mayor porcentaje de poetas, filósofos y escritores judíos».
El Museo Casa Sefarad contiene en su interior las siguientes salas: la sala de la Vida Doméstica que contiene objetos referentes a la vida doméstica: artesanía, cocina, bodas y circuncisión; la sala de Música Sefardí dedicada a la música y lengua sefardí; la sala de la Judería de Córdoba dedicada a la historia de la judería y sus habitantes más conocidos; la sala de los Ciclos Festivos que contiene objetos utilizados en las festividades sefardíes con una breve explicación de las mismas; la sala de las Mujeres de Al-Ándalus que contiene una colección pictórica del cordobés José Luis Muñoz dedicada a las mujeres judías, musulmanas y cristianas de al-Ándalus; la sala de la Sinagoga que contiene diferentes elementos litúrgicos y no litúrgicos relacionados con esta institución fundamental de la religión y cultura judías -igualmente, contiene explicaciones sobre las funciones de la sinagoga y la presencia de estas en Córdoba-; la sala de Maimónides dedicada a la vida y obra de este filósofo, médico y rabino nacido en Córdoba y que constituye una de las cumbres del pensamiento medieval y una referencia fundamental para el judaísmo actual; y, finalmente, la sala de la Inquisición, donde podremos ver una réplica de un sambenito, que era la prenda que eran obligados a portar los condenados por la Inquisición, y una serie de documentos de la época relacionados con el trabajo de esta siniestra institución. En la actualidad, se están proyectando nuevas salas y Casa Sefarad no detiene su actividad, pese a la pandemia padecida en estos últimos años y otras contingencias.
Aparte de todo tipo de objetos relacionados con la cultura sefardí y las tradiciones religiosas y sociales judías, hay que reseñar que el lugar donde se ubica Casa Sefarad es muy bello, adornado con su bello patio y un entorno muy cuidado en todos sus detalles, incluidas sus plantas y tiestos, y que invita al sosiego y a la paz interior. Quiero destacar que además del notable interés que tienen todas sus salas y contenidos exquisitamente ordenados por su fundador, Sebastián de la Obra, Casa Sefarad cuenta con una de las grandes bibliotecas sobre el tema judío que hay en España, incluyendo documentos de época y libros de difícil adquisición por su rareza o por haber sido descatalogados.
Quiero terminar señalando que Sebastián de la Obra es, seguramente, uno de los españoles que más sabe de la cultura hebrea y más concretamente del mundo sefardí. Conoce su religión, sus fiestas, sus ritos, su gastronomía y hasta su música, que en muchas ocasiones entona en ladino para los visitantes que llegan hasta esta casa-museo que fue una donación del mismo a la ciudad de Córdoba y a la cultura judía para la posteridad. Muy recomendable el lugar, un imperdible en tu próxima visita a esta capital andaluza cuna de una de las mayores juderías de Europa durante la Edad Media.