TIMISOARA, CAPITAL JUDÍA DEL BANATO
No he encontrado muchas noticias sobre el cementerio judío de Timisoara, pero voy a intentar recrear de alguna forma la historia judía de esta impresionante ciudad.
Timisoara fue, entre 1552 y 1716, un importante centro de la administración turca en la región de los Balcanes y posteriormente la ciudad pasó a estar bajo dominio del Imperio Austro-Húngaro, hasta que en 1918, tras la derrota de las potencias centrales en la Primera Guerra Mundial, quedó integrada en lo que se denominó como la “Rumania Grande” del periodo de entreguerras. Los primeros judíos de origen sefardí, tras ser expulsados de España y Portugal, llegaron antes de la conquista turca a través de diversas rutas, pero sobre todo procedentes de las posesiones que tenía el Imperio Otomano en el Mediterráneo y algunos también atravesando Europa Central. Al principio llegaron temporalmente, por negocios principalmente, pero ya en la primera mitad del siglo XVI consta que había colonos judíos establecidos de forma permanente en Timisoara.
En lo que respecta al cementerio judío, hay que destacar que la lápida más vieja data del año 1636, lo que revela la antigüedad de esta comunidad, y pertenece al “rabino y cirujano” Azriel Asael, un judío al parecer procedente de la ciudad de Salónica, la gran capital sefardí de los Balcanes. Cuando la ciudad fue ocupada por las tropas austriacas, en el año 1716, el tratado de paz con los turcos incluía una disposición que permitía a los judíos quedarse en Timisoara bajo el dominio austríaco o retirarse con los turcos. En ese momento, según las fuentes históricas relativas a la comunidad, había doce familias judías de origen sefardí, entre las que destacaba la de Meir Amigo, al parecer uno de los líderes hebreos más influyentes en su comunidad.
Sin embargo, cuando estaba bajo el dominio directo de Austria, la situación de los judíos en Timisoara era más difícil que en cualquier otra parte de Hungría e incluso eran considerados, en cierta medida, ciudadanos de segunda. La legislación judía (Judenordnung) de 1776 para judíos en la región de Bánato impuso muchas restricciones a los judíos de Timisoara, pero su situación mejoró cuando la región fue adjudicada a Hungría definitivamente en 1779.
Dos sinagogas, una de culto sefardí y otra ashkenazi, fueron construidas en 1762. La congregación sefardí continuó existiendo independientemente hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Una magnífica sinagoga fue erigida para la congregación ashkenazi en 1862. Después del congreso general judío húngaro de 1868-69, la comunidad de Timisoara se declaró neolog, una versión húngara del judaísmo más ortodoxo. Una congregación ortodoxa separada se formó en 1871 también de la misma tendencia neolog. Una sinagoga ortodoxa fue construida en 1895. La población judía era de 155 miembros en 1716; 220 en 1739; 72 familias en 1781; 1.200 personas en 1840; 2.202 en 1858; 4,870 -15% de la población total de Timisoara- en 1890; 6,728 (9.2%) en 1910; y 9.368 (10%) en 1930. (Fuente consultada y procedencia de la información: https://dbs.bh.org.il/place/timisoara).
Al ser una comunidad muy pudiente, en 1825 se abrió la primera escuela judía a las que más tarde, en 1840, se le unieron otras dos más en diferentes barrios de la ciudad. El idioma de instrucción era el rumano, aunque también se enseñaba hebreo y las lenguas más usadas coloquialmente eran el húngaro y el alemán. Los judíos continuaron hablando húngaro y alemán en Timisoara, donde la cultura alemana estaba más extendida que en las otras ciudades de Transilvania. Timisoara fue un importante centro sionista. Varias organizaciones sionista fueron fundadas en esta ciudad, entre las que destacan el fondo nacional judío (Keren kayemet le-Israel) y el fondo de la fundación de Palestina (Keren hayesod) en Transilvania. También se tienen noticias de la existencia del Partido Nacional Judío, muy activo activo en la ciudad antes de la Primera Guerra Mundial, y que participó en algunas elecciones.
Entre 1920 y 1940, la publicación de la organización sionista de Transilvania, Uj Kor, se publicó en Timisoara. Estas organizaciones sionistas intentaron continuar después de la Segunda Guerra Mundial pero entre 1947 y 1948 se vieron obligadas a disolverse por las autoridades comunistas, que habían sido aupadas al poder por los soviéticos, que ocuparon Rumania tras la caída del gobierno aliado de Hitler, en 1944. Durante la época comunista cualquier expresión nacionalista estaba prohibida y perseguida por el nuevo poder establecido.
Volviendo a los años treinta, a lo largo del período entre las dos guerras mundiales, la comunidad sufrió duramente el ambiente de antisemitismo reinante. En 1936, el grupo fascista simpatizante de los nazis, Guardia de Hierro, atacó a una audiencia de un teatro judío, explotando una bomba en medio de ellos; dos judíos fueron asesinados y muchos resultaron heridos. A partir de 1940, la posición de los judíos se deterioró debido a restricciones económicas y confiscaciones impuestas por el gobierno de Ion Antonescu, aliado de los nazis y colaborador con los mismos en la aplicación de la “solución final”. Miles de judíos fueron asesinados por las tropas rumanas durante la contienda mundial, especialmente en Transnistria, Bucovina y Besarabia.
En 1941, fruto de esa persecución auspiciada por Bucarest con la ayuda de tropas alemanas, muchos hombres judíos fueron enviados a trabajos forzados. La población judía, que ascendió a 10,950 en 1940, aumentó a 11,788 en 1942 porque muchos judíos de las áreas circundantes estaban concentrados en Timisoara, donde la comunidad judía local que vio obligada a apoyarlos, pese a la persecución que sufría ella misma y la falta de medios. Posteriormente se confiscó toda la propiedad comunal, incluida la tierra, las escuelas, las sinagogas y demás instituciones judías. En 1944, las medidas contra los judíos se incrementaron hasta la llegada de las tropas soviéticas a Rumania en agosto de ese año.
Tras la guerra, muchos judíos comenzaron a emigrar a Israel y a otras latitudes huyendo de la dictadura comunista. Asimismo, después de la Segunda Guerra Mundial, todas las congregaciones se unificaron por orden del gobierno comunista de Bucarest. En 1947, hay que destacar que la población judía de Timisoara ascendía a algo más de 13.000 miembros, pero en 1970 esa comunidad apenas ya contaba con algo más de 3.000, lo que muestra una gran caída en su población debido también a la persecución a los judíos por parte del régimen comunista. Muchos judíos fueron perseguidos y se prohibieron todas las organizaciones nacionalistas y sionistas. Consta la detención y paso por la cárcel de un importante líder sionista, el escritor Ezra Fleischer, que emigró a Israel en 1960 y donde desarrolló hasta su muerte una fecunda carrera literaria como poeta e investigador. En la actualidad, según algunos datos que he encontrado en varias páginas de la comunidad, hay algo más de 600 judíos en Timisoara, de los cuales el 40% tiene más de 65 años. Como curiosidad final, quiero destacar que el actor que encarnó a Tarzán en numerosas películas, Johnny Weissmüller, nació en Timisoara en 1904 de padres de origen judeoalemán.